Hace años me basé en una obra de Giorgio de Chirico “Héctor y Andrómana” para añadir mi particular versión en óleo sobre madera. Como marionetas que son, ella se ha cortado todas sus cuerdas que le atan a la vida y cuando le queda la última aparece quien le salva. El Hombre lleva capa en representación de héroe. De esta manera me veía yo recientemente, salvando a mi dama, pero no hay mayor ciego que el que no quiere ver.
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